Sintoniza estas estaciones / Consulta los horarios de Radio Escopeta.

Recomendamos utilizar el reproductor AIMP para sintonizar mejor las emisoras.

noviembre 11, 2007

Tabasco anegado. Corrupción a flote

Por: Gerardo Fernández Casanova

Lamento no poder limitar mi escrito a la expresión de solidaridad por el desastre que sufren los tabasqueños; no puedo dejar pasar la intención de que sea la filantropía quien se aboque al restablecimiento de la normalidad y la recuperación por los daños sufridos. Acepto que el siniestro obedeció, en parte, a causas de orden natural de carácter meteorológico y climático, pero también de orden político por el modelo depredador que produce resultados como los registrados en Tabasco. Sin dejar de manifestar mi solidaridad con los damnificados y hacer la aportación que mis posibilidades permiten, quiero también compartir el sentimiento de agravio y el coraje por la parte humana de las causas del siniestro. Me refiero a dos grandes rubros de causas; uno referido a la no conclusión del plan hidráulico y, el otro, relacionado con la criminal operación del sistema hidroeléctrico. Veamos.

La cuenca del río Usumacinta, que abarca el norte de Chiapas y la totalidad de Tabasco, constituye una de las más ricas reservas de agua del mundo, capaz de generar energía limpia, producción agropecuaria y justicia social. El plan hidráulico contempló la construcción del sistema de presas de propósito múltiple: generación hidroeléctrica, regulación de las avenidas para la protección contra las inundaciones y aprovechamiento de los excedentes, incluida la construcción de infraestructura de transporte fluvial, todo en el marco de un proyecto integral. El primer propósito se cumplió a cabalidad con las plantas generadoras de Mal Paso, Chicoacén, Angostura y Peñitas, cuya operación también contribuye parcialmente a la regulación de avenidas; lo que quedó pendiente fue el aprovechamiento de los excedentes, lo que hace que el agua, una vez que generó electricidad en su descenso, corra hacia el mar por los ríos de Tabasco sin mayor utilización. El Ing. Leandro Rovirosa, que fue Gobernador de Tabasco y, antes, Secretario de Recursos Hidráulicos, planteó la construcción de un canal intracostero para la derivación del excedente hidráulico que, además de eliminar las inundaciones, crearía un medio de transporte de muy bajo costo susceptible de conectarse hacia Veracruz y Campeche. El proyecto mereció una poco disimulada carcajada para desecharlo y negarle recursos presupuestales, seguramente alentada por el poderoso pulpo camionero y sus patrocinadores de la industria automotriz gringa (léase el mismo libro del transporte ferrocarrilero). Al faltar este tramo del plan, la capacidad regulatoria de los embalses tiene un límite que, al ser rebasado, genera desastres como los que hoy se sufren. En pocas palabras, la región aporta una gran riqueza al país, pero se le niegan los recursos para su aprovechamiento.

El segundo rubro, que califico de verdaderamente criminal, se refiere a la operación del sistema hidroeléctrico. Para no caer en la tentación de irme de oídas, consulté la página de Internet de la Secretaría de Energía, donde encontré la estadística de generación de electricidad en todas sus modalidades. De esta información oficial destaco las siguientes cifras: en el año 2000 las plantas hidroeléctricas generaron 33,075 gwh (gigawatts-hora), cifra que se redujo a 19,753 gwh en 2003; en el mismo lapso la generación por vía termoeléctrica pasó de 125,525 a 117,722 gwh, en tanto que los PEE (productores externos de energía) pasaron de 1,295 a 31,645 gwh en el mismo plazo. De 2004 a 2006 se observa una recuperación de la generación hidroeléctrica hasta 30,305 gwh y una nueva reducción de 13% en los primeros 9 meses de 2007; en tanto que la termoeléctrica continuó su descenso hasta 98,308 gwh y la particular su ascenso hasta 59,428 gwh. Lo que estas cifras dicen claramente es que, por decisión política, la generación de la CFE, incluida la hidroeléctrica que es limpia y de bajo costo, se redujo para dar lugar a la de las empresas particulares, que emplea gas importado y es contribuyente al calentamiento global, lo que es una forma explícita de entrega del patrimonio nacional al extranjero. Pero lo más grave del caso, en lo tocante a la inundación tabasqueña, es que al reducirse la generación en el sistema de presas, particularmente la de La Peñita, se registró una sobre acumulación de agua que obligó a la apertura de las compuertas en paralelo al torrencial aguacero, lo que aportó varios metros al nivel del agua en la planicie; se aduce con razón de que, de no haberlo hecho, el riesgo de ruptura de la presa multiplicaría el desastre, pero no se dice que si se hubiese mantenido el ritmo de aprovechamiento eléctrico (turbinación) durante el año, no se habría registrado la excesiva acumulación.

A la luz de la información oficial me queda claro, espero que también a usted, que lo que hoy sufren mis paisanos tabasqueños no es cosa del cambio climático o designio de la naturaleza, sino que se trata de acciones criminales del gobierno neoliberal. Con absoluta desvergüenza el espurio Calderón convoca a la filantropía para rescatar a los damnificados, pide no ver el pasado y no politizar el asunto, como si tratara de un juego de canicas o de un Teletón para construir una falsa imagen de generosidad para quienes medran con la entrega del país. No, de ninguna manera es por ahí la cosa. Se trata de delitos de lesa humanidad, que no admiten perdón ni encubrimientos filantrópicos, sino el más ejemplar castigo.

Recomiendo aportar solidariamente por conducto de la Convención Nacional Democrática y respaldar a Andrés Manuel para provocar la movilización del pueblo tabasqueño ante el agravio.

Argenpress

No hay comentarios.: