FeCal: Cien días de demagogia
Felipe Calderón hizo como candidato un compromiso que dejó por escrito: de los más de 50 millones de mexicanos que padecen pobreza y pobreza extrema, 27 millones de ellos dejarán de serlo en sólo seis años.
Es bueno que Calderón haya dejado constancia escrita de esa promesa en particular, siendo justamente el principal problema que atormenta a México, de manera que --con base en los números-- se verifique si efectivamente se abate el número de pobres y pobres extremos. Los condenados, pues.
Este compromiso lo incluyó Calderón en el libro El hijo desobediente, que lanzó bajo su firma en mayo de 2006, en plena campaña de guerra sucia y de odio, aconsejada por el consultor estadunidense Dick Morris e instrumentada entre otros por Antonio Solá Reche, uno de los operadores del ultraderechista Partido Popular de José María Aznar en México.
Dicho sea de paso, Solá Reche sigue siendo el asesor de cabecera de Calderón, instalado con oficinas propias en Los Pinos y responsable de la estrategia de comunicación del gobierno. El español no sólo ya trajo a su familia a México, sino que inició los trámites para convertirse en ciudadano mexicano y evitar ser acusado de inmiscuirse en asuntos exclusivos de México.
Feliz porque será mexicano, salvo que personeros de Francisco Ramírez Acuña ya le hayan hecho entrega de su nueva condición migratoria, Solá hace mancuerna con otro español de nacimiento, Juan Camilo Muoriño, jefe de la Oficina de la Presidencia, quien se ostenta como ciudadano de España con un pasaporte distinto al mexicano. Total, la impunidad es el sello de la casa.
Pero volvamos a los pobres y al compromiso de Calderón de acabar con ellos, al menos en una parte, sobre todo ahora que la opinocracia comenzará a hacer evaluaciones de los 100 días de gobierno de Calderón y que se cumplen este sábado 10 de marzo.
Transcribo un párrafo del libro de Calderón, quien atisba el 2012:
“Imaginemos ahora el 2012. En mi último informe de gobierno hago un balance de seis años muy intensos. Hay, desde luego, enormes desafíos y retos por enfrentar, pero también evidentes logros que se pueden constatar. Resumo los principales. Cuando asumí la presidencia de la República había unos 50 millones de pobres y 22 millones en pobreza extrema. Hoy hay 35 millones de pobres y 10 millones en pobreza extrema.”
Como puede verse, Calderón quitará a 27 millones de mexicanos su condición de pobres: En números redondos, desaparecerán 15 millones pobres-pobres y 12 millones pobres extremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario