Merida: Igual que San Lazaro
Detrás de murallas
Un perímetro que abarca poco más de 45 manzanas en la zona que va desde el estadio "Salvador Alvarado" hasta los hoteles Fiesta Americana, Hyatt Regency, Holiday Inn y Villa Mercedes fue amurallado con enormes vallas de acero de poco más de tres metros de altura, de tal manera que el presidente de los Estados Unidos, George Walker Bush, y Felipe Calderón Hinojosa permanecerán aislados dentro de una burbuja militar jamás antes vista en territorio yucateco.
Durante la madrugada de ayer el Estado Mayor Presidencial colocó estas murallas de acero en este perímetro al que no deja pasar a nadie que no esté relacionado con la visita y que incluso obligó a los vecinos de la zona a "acreditarse" para que puedan acceder a sus viviendas, algo que resultó totalmente violatorio de derechos constitucionales.
Las murallas de acero de un cuarto de pulgada de grosor, por casi dos metros de ancho y poco más de tres metros de largo, cada una, fueron traídas desde la semana pasada en gigantescos tráileres que dejaron estacionados en el aeropuerto internacional de la ciudad de Mérida.
Se trata de los mismos muros de acero que se instalaron en la Cámara de Diputados en la ciudad de México durante el último informe del ex presidente Vicente Fox Quesada y con los cuales cercaron la "toma de protesta" del usurpador de la Presidencia de la República: Felipe Calderón Hinojosa.
Asimismo, estas mismas murallas han sido utilizadas en Cancún, Quintana Roo, y en Guadalajara, Jalisco, en contra de los denominados globalifóbicos que, por cierto, el hoy secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, reprimió siendo gobernador de aquella entidad.
Estos muros de acero se arman uniéndose entre sí, pero soldados en la parte interna. Se sujetan al piso a través de tornillos colocados de manera hidráulica. Y se apoyan en una base de metal de por lo menos un metro de ancho por cada lado.
Diversos manifestantes intentaron ayer derribarlas, pero no tuvieron la fuerza ni la maña suficiente para ello.
Detrás de estos muros hay otras vallas tubulares de un metro y medio de altura, iguales a las que se instalaron a lo largo de la avenida Itzáes e Internacional para que el convoy que transportó vía terrestre a Bush pudiera circular de manera rápida y efectiva.
El cerco de seguridad fue de tal manera que el avión Air Force One se aproximó al aeropuerto de Mérida escoltado por dos aviones Caza 16 y cuatro helicópteros Black Hawk de la Marina de ese país, además de que no se permitió la estancia de ningún otro avión en el espacio aéreo yucateco.
En total son tres mil agentes del Servicio Secreto norteamericano, del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal Preventiva y el Ejército Mexicano los que resguardan a Bush en su visita a Mérida.
Hay 300 francotiradores, elementos del Servicio Secreto de Estados Unidos paseando como turistas. La policía estatal y municipal anda armada con escudos, macanas y gases lacrimógenos a petición expresa de la seguridad de Bush.
Son 15 aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea de Estados Unidos los que vigilan el espacio aéreo, además de que hay barcos militares anclados en el litoral yucateco así como embarcaciones interceptoras de la Marina de México.
En los hoteles, aunque los muros de metal impiden la visibilidad, se instaló una torre con cámara de video conectada a la central de la Policía Estatal, capaz de captar imágenes en los sitios más recónditos y hasta de grabar placas vehiculares en varias calles a la redonda.
Durante estos días están intervenidos todos los teléfonos yucatecos, convencionales y celulares, cuya señal es desactivada en ciertos puntos, además de que especialistas en informática tienen intervenidos todos los correos electrónicos de los habitantes de esta entidad.
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