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diciembre 15, 2006

Convidando cultura a un burro



Para que no andes diciendo pendejadas
te regalo un libro.........

hay que leer mas para no cagarla

En otras palabras:
No sea usted pendejo diputado Raúl Padilla


Con exquisita delicadeza, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, propina al ignorantón diputado panista Raúl Padilla, quien festejara el fallido recorte presupuestal a la UNAM, una lección de historia y de urbanidad, al regalarle una ejemplar del libro 'Libertad de Cátedra' del fundador del PAN, Manuel Gómez ´Morín.

Es tal la ignorancia de muchos diputados del PAN, que ni siquiera conocen su propia historia. Es dudoso que Padilla Orozco, quien celebrara el recorte presupuestal que Calderón, el espurio pretendiera aplicar a nuestra máxima casa de estudios, supiera que Gómez Morín, fue rector de la Universidad en el año de 1933, cosa que a él le llenó de profunda satisfacción y orgullo.

Un Verdadero Caballero

Gómez Morín era un hombre cuyo acendrado catolicismo jamás le impidió ser el humanista generoso que siempre fue. Interesado en las causas populares, su divergencia con quienes eran sus amigos de claras tendencias de izquierda, era más bien de métodos que de propósitos.

Incluso, fue él el creador y primer director del Banco Nacional de Crédito Agrícola — cuyo concepto los neopanistas neoliberales han atacado ferozmente — y fue, junto con Antonio y Alfonso Caso, acérrimo defensor de la libertad de cátedra dentro de la Universidad Nacional de México - tema del libro que De la Fuente le obsequió a Padilla Orozco -, y después propugnó la autonomía para su amada Universidad que él entendió siempre como pública, concepto también denostado y atacado por los neopanistas egresados de escuelas privadas.

Gómez Morín así como muchos de su brillantísima generación universitaria, preconizaba que los jóvenes estudiantes deberían conocer todas las aristas del pensamiento humano, y que esto era lo que precisamente le daba universalidad a la institución académica más importante del país.

Un Pecador Estándar

Gómez Morín tenía, además de un conocimiento enciclopédico, un excelente sentido del humor y siendo un hombre recto y de sólidos principios, jamás presumió de ser baluarte de la moralidad ni censuraba las creencias de nadie.

Se definía a sí mismo como 'un pecador estándar' y no hubo en él asomo alguno de ese fariseísmo y puritanismo que parece distinguir a tantísimos de los ahora integrantes del partido que él fundó.

Dime Con Quien Andas

Gomez Morín — y esto puede sonar como blasfemia a los actuales dirigentes del PAN — era antes que nada un revolucionario (él se ufanaba de eso) y perteneció al Partido Popular (Socialista posteriormente). Cultivó la amistad de hombres como Vicente Lombardo Toledano, connotado líder obrero socialista, y junto con él y otros amigos cercanos, (Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Jesús Moreno Baca, Teófilo Olea y Leyva y Alberto Vázquez del Mercado) formaron un grupo que fue conocido como 'Los Siete Sabios'.

Las pláticas que se llevaban a cabo entre ellos en sus diarias tertulias de café, eran de lo más animadas y diversas, porque a pesar de profundas divergencias ideológicas, el respeto mutuo y el cariño de unos hacia los otros, hizo posible tal camaradería dando lugar a sanas polémicas.

¡Qué lejanía moral e intelectual de hombres de este calibre con los que se dicen ahora sus herederos políticos!

¿Los Bárbaros del Norte?

Los panistas modernos, conocidos con el mote de los Bárbaros del Norte, se han distinguido por su enorme pobreza intelectual - de hecho, desprecian los libros y todo lo que huela a alta cultura - así como por su violencia verbal y animosidad en contra de quienes no piensen como ellos.

Los estados norteños del país se han ido gradualmente tiñendo de un panismo que choca, frontalmente, con el ideario de Gómez Morín, quien más allá de haber sido norteño también, nada tiene en común con esos bárbaros adeptos del fascismo provinciano.

Si Gómez Morín viviera, con toda seguridad desaprobaría lo que la mayoría de los panistas de hoy piensan y hacen, y no queda duda de que estuviera al frente en la defensa de su amada Universidad, que él ayudó a hacer autónoma.

Y el rector de la UNAM, con la inteligencia que le distingue, con un solo libro, le dió bofetada con guante blanco a quienes, en su torpeza e ignorancia, desconocen la capital importancia de la UNAM en el desarrollo de un México mejor y más justo para todos.

Blogotitlan


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