Oaxaca; La APPO regresa a la Alameda

Desafiando todos los actos intimidatorios, la multitud empezó a gritar consignas al salir de la catedral, avisando así que esta lucha, lejos de haber terminado, apenas empieza. “Despacio, despacio, tomaremos el palacio.” “Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó” y otras consignas volvieron a escucharse en la Alameda esta tarde por primera vez desde que la PFP desalojara el Zócalo el día 29 de octubre del año pasado. Así se expresaron cientos de feligreses y miembros de la APPO que salieron de la catedral después de participar en la “misa por la liberación de los presos, por los excarcelados, por los desaparecidos y sus familiares,” oficiada por el sacerdote Manuel Arias Montes.

La misa, entre reclamos por una paz con justicia y dignidad, con testimonios de excarcelados, y la exaltación de la solidaridad, dignidad y libertad del pueblo de Oaxaca, terminó en el animo de seguir con la lucha hasta lograr una transformación de la sociedad oaxaqueña. El nutrido grupo, en su mayoría mujeres, llevaba flores, veladoras y ofrendas, y llenó la catedral en las dos horas que duró la misa.

Afuera de la catedral, el ambiente era de lo que se llama “normal” en el lenguaje oficial: A pesar de las declaraciones, la policía estatal mantiene una presencia visible y sigue acordonando el Zócalo con mallas y policías armados. En un abierto acto de intimidación, medio centenar de policías con toletes y escudos fueron apostados en frente de la entrada a la catedral, a una distancia de 50 metros, dispuestos a defender a su amo en contra del grupo de mujeres armadas con flores y veladoras, y más peligroso todavía, con verdad y dignidad. A este despliegue de seguridad, se agregó un impresionante operativo de policías mal disfrazados de seres humanos, muchos escogiendo la postura de parejita gay para poder apoyarse en caso de cualquier susto.

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