Acusan organismos eclesiales a URO de "régimen de terror"
Organismos Eclesiales no solo cuestionaron al gobierno federal y estatal por el "régimen de terror" que han sembrado en Oaxaca sino que los acusó de hacer un uso "arbitrario de la interpretación de la ley para manipular los hechos y violentar las garantías individuales y los derechos humanos".
Así mismo, censuraron la actitud del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien prohibió la Jornada Ecuménica por la Paz en Oaxaca, aunque no logró su objetivo porque este se realizó con la participación del Obispo Raúl Vera.
José Guadalupe Sánchez, del Observatorio Eclesial; Alejandro Castillo Morga, del Centro de Estudios Ecuménicos; Pilar Puertas, del Comité de Derechos Humanos Asís; de Católicas por el Derecho a Decidir y del Centro Nacional de Comunicación Social, le aclararon al gobernante que "en calidad de creyentes y de ciudadanos, amparados en la Ley de Asociaciones y Culto Público, nos permite realizar actos y manifestaciones públicas de fe, siempre y cuando estén regulados por la autoridad.
Y la Jornada Ecuménica por Oaxaca contó con la autorización del Departamento de Permisos y Licencias de la Presidencia Municipal, Número PM/DLYP/00290/2007, firmada y sellada por Jaime Paz López.
Además, "orar por la paz en Oaxaca no es un acto político ni de intervencionismo eclesial, sino un gesto que busca fomentar el espíritu de diálogo entre las partes", le precisaron al gobernante oaxaqueño.
Por consiguiente, el hecho de que el gobernador haya prohibido un acto ecuménico por la paz, solo deja ver su falta de voluntad política para la solución del conflicto que prevalece, como queda demostrado con la sistemática descalificación y ataques a los organismos de defensa de los derechos humanos que han realizado una serie de denuncias.
Entonces, en estos 260 días de conflicto, el uso desmedido de la fuerza pública ha ocasionado múltiples y documentadas violaciones a los derechos humanos de la población oaxaqueña y que confirman el hecho de que en Oaxaca existe "un estado de excepción inaceptable e intolerable".
Lamentablemente, abundaron, todo esto está incrementando la polarización y el encono en la sociedad, motivo por el cual en la jornada ecuménica se propuso hacer un llamado a la sensatez, al diálogo y al respeto a la justicia.
Es importante recordar que el 20 y 21 de enero se realizó, a pesar del cerco policial, la Jornada Ecuménica por Oaxaca donde se "solidarizarnos con el reclamo de los pueblos oaxaqueños de que la paz no es a cualquier precio, y que sólo aceptarán una paz que nazca de la justicia".
Consideraron que "el desmesurado despliegue de fuerzas policíacas para obstaculizar el desarrollo de nuestra Jornada Ecuménica, nos queda claro que el gobierno no respeta las garantías de la población ni de las organizaciones que defienden los derechos humanos, toda vez que dicho operativo acosó e intimidó a mucha gente que, ante ello, desistió de participar en el evento".
De igual forma, le hicieron ver al gobernador que en esas jornadas de oración por la paz no se pretendía tomar o lastimar espacios públicos que son de todos los oaxaqueños, mucho menos un recinto religioso como el atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, patrimonio social y cultural no sólo de los oaxaqueños, sino de toda la humanidad.
Y finalmente, se solidarizaron con el obispo Raúl Vera, quien fue descalificado por Ulises Ruiz Ortiz.
Así mismo, censuraron la actitud del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien prohibió la Jornada Ecuménica por la Paz en Oaxaca, aunque no logró su objetivo porque este se realizó con la participación del Obispo Raúl Vera.
José Guadalupe Sánchez, del Observatorio Eclesial; Alejandro Castillo Morga, del Centro de Estudios Ecuménicos; Pilar Puertas, del Comité de Derechos Humanos Asís; de Católicas por el Derecho a Decidir y del Centro Nacional de Comunicación Social, le aclararon al gobernante que "en calidad de creyentes y de ciudadanos, amparados en la Ley de Asociaciones y Culto Público, nos permite realizar actos y manifestaciones públicas de fe, siempre y cuando estén regulados por la autoridad.
Y la Jornada Ecuménica por Oaxaca contó con la autorización del Departamento de Permisos y Licencias de la Presidencia Municipal, Número PM/DLYP/00290/2007, firmada y sellada por Jaime Paz López.
Además, "orar por la paz en Oaxaca no es un acto político ni de intervencionismo eclesial, sino un gesto que busca fomentar el espíritu de diálogo entre las partes", le precisaron al gobernante oaxaqueño.
Por consiguiente, el hecho de que el gobernador haya prohibido un acto ecuménico por la paz, solo deja ver su falta de voluntad política para la solución del conflicto que prevalece, como queda demostrado con la sistemática descalificación y ataques a los organismos de defensa de los derechos humanos que han realizado una serie de denuncias.
Entonces, en estos 260 días de conflicto, el uso desmedido de la fuerza pública ha ocasionado múltiples y documentadas violaciones a los derechos humanos de la población oaxaqueña y que confirman el hecho de que en Oaxaca existe "un estado de excepción inaceptable e intolerable".
Lamentablemente, abundaron, todo esto está incrementando la polarización y el encono en la sociedad, motivo por el cual en la jornada ecuménica se propuso hacer un llamado a la sensatez, al diálogo y al respeto a la justicia.
Es importante recordar que el 20 y 21 de enero se realizó, a pesar del cerco policial, la Jornada Ecuménica por Oaxaca donde se "solidarizarnos con el reclamo de los pueblos oaxaqueños de que la paz no es a cualquier precio, y que sólo aceptarán una paz que nazca de la justicia".
Consideraron que "el desmesurado despliegue de fuerzas policíacas para obstaculizar el desarrollo de nuestra Jornada Ecuménica, nos queda claro que el gobierno no respeta las garantías de la población ni de las organizaciones que defienden los derechos humanos, toda vez que dicho operativo acosó e intimidó a mucha gente que, ante ello, desistió de participar en el evento".
De igual forma, le hicieron ver al gobernador que en esas jornadas de oración por la paz no se pretendía tomar o lastimar espacios públicos que son de todos los oaxaqueños, mucho menos un recinto religioso como el atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, patrimonio social y cultural no sólo de los oaxaqueños, sino de toda la humanidad.
Y finalmente, se solidarizaron con el obispo Raúl Vera, quien fue descalificado por Ulises Ruiz Ortiz.
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