El terrorista number one, Bushama llega a Brasil en medio de fuertes protestas
Brasil es la primera escala del mandatario estadounidense en una gira que lo llevará por cinco países latinoamericanos, donde actualmente existe una corriente de gobiernos progresistas que rechazan abiertamente su política “hegemónica” y “belicista” en momentos en que su popularidad está en el nivel más bajo, y cuando es duramente cuestionado por su guerra contra Irak.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, arribó la noche de este jueves a Brasil donde inicia una gira de siete días por cinco países de América Latina, para intentar estrechar los "debilitados" lazos con la región.
Tras un vuelo de cerca de 9 horas, el mandatario estadounidense aterrizó a las 20:06 horas locales (23:06 GMT) en el aeropuerto Congonhas de Sao Paulo, la principal y mayor ciudad de Brasil y del Hemisferio Sur, donde un total de cuatro mil 500 militares y policías, y un número indeterminado de francotiradores del ejército brasileño, resguardarán al presidente de Estados Unidos.
El jefe de Estado estadounidense decidió hacer su primera parada en Brasil, donde este viernes tiene previsto tratar con su colega Luiz Inácio Lula da Silva asuntos referentes al biocombustible.
La breve agenda del presidente estadounidense en Brasil se centra en dos actividades: una visita a la organización no gubernamental Meninos do Morumbi, creada en 1996 con el fin de emplear la música como alternativa a las drogas y la delincuencia, y que asiste a unos 3 mil niños y adolescentes pobres, y más tarde, el encuentro con Lula da Silva.
Trascendió que el objetivo de dicho encuentro será el aumento de la producción de etanol y el fomento del comercio internacional de este tipo de combustible.
Actualmente ambos países acaparan más de 70 por ciento de la producción mundial de etanol y, aunque Estados Unidos produce 20 mil millones de litros anuales del biocombustible a base de maíz y Brasil 17 mil millones a partir de la caña de azúcar, el país suramericano ya recorrió parte del camino que ahora EEUU quiere seguir.
Y es que en Brasil, la producción del biocombustible es más económica y, además, alrededor de 82 por ciento de los automóviles que salen a la venta tienen un sistema conocido como "flex" que permite usar gasolina, etanol o una combinación de ambos.
Además del etanol, Lula y Bush desean avanzar en las en las estancadas negociaciones de la Ronda de Doha, donde los países en desarrollo, liderados por Brasil, tratan de obtener un acceso libre de obstáculos para sus producciones agrícolas en los mercados de los países centrales.
Esto significa que las grandes potencias deberán eliminar o reducir, en forma significativa, la protección que dan a su agricultura por la vía de subsidios directos a los agricultores o de subsidios a las exportaciones.
Luego de su paso por Brasil, Bush se dirigirá a Uruguay donde estará el 10 y 11 de marzo; después en Colombia (12 de marzo), y la emigración hacia Estados Unidos en sus escalas de Guatemala y México, países donde lo esperan con duras protestas.
La visita de Bush coincide con una gira del presidente venezolano, Hugo Chávez por varios países de la región como Argentina, donde encabezará un sonado acto anti imperialista con agrupaciones sociales contra el presidente estadounidense.
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